miércoles, 9 de junio de 2010

Mira y vuelve a mirar.

Y aquí me encuentro yo, un miércoles por la mañana, más tarde que mañana, creándome un blog nada filosófico. No podré decir sobre qué hablaré en el futuro, pero me imagino, que como cualquier adolescente en trámites de locura, no os diré nada que no hayáis sentido todavía.
Me asombra la cara de esas extrañas personillas que pasean por la calle con caras largas en un día de lluvia. Todos dicen: "Parece mentira que sea junio." Y es cierto. La mayoría de los 'junios' de mi vida la gente sonreía. ¿Qué sucede este año? ¿Acaso no les agrada tener un clima como este?
Un día grisáceo, con lluvia a más no poder. Un día fresco en el cual el olor de los árboles se intensifica y todo se vuelve tan puro como lo era antaño, donde se escucha más que nunca el canto de los pájaros porque la gente no sale apenas a la calle, acurrucada en su sofá. La ternura de llevar un buen abrigo calentándote el cuerpo frío y humedecido. Una temperatura fresca pero agradable.
Y la gente sigue disgustada. Preferirían estar con un calor sofocante metido en los huesos, el sudor recorriendo sus casi desnudos cuerpos, beber litros de agua porque 'es la que toca'. Y sí, ver los rayos de sol atravesando la fina y colorida vidriera de la ventana. Admito que esto ultimo es agradable, pero, queridos amigos míos, reservaros estas ansias para cuando esteis realmente de vacaciones y aprovechad este tiempo para dar achuchones.
Por cierto, que no se me olvide decir que, como todos sabéis y todos evitáis, si sonreís, todo resulta ser mucho más colorido.

Vuestra queridisima Rima González, pronto Rima Baker.